QUINCE DÍAS CON ÉL
Hay gente con quienes podemos pasar mucho tiempo y no aprendemos nada, pero hay otros con quienes nos enriquecemos mutuamente.
Pablo y Pedro eran diferentes, pero tenían una meta en común: Predicar a Jesucristo como el Salvador del mundo.
Me imagino que Pablo le decía a Pedro: “Cuéntame como sucedió ese día de la transfiguración en el monte. ¿Cómo te corrigió el Señor cuando te portabas mal? ¿Cómo te ayudó a madurar tu carácter? Cuéntame del día que se oyó una voz del cielo”.
Por el otro lado, Pedro quizás le preguntaba acerca de las visiones que Pablo había tenido, y como había quedado ciego cuando Jesús lo llamó y la voz que había oído.
Me imagino que quizás platicaban de estrategias para alcanzar el mayor número de almas posible en el menor tiempo posible.
1. Los líderes extraordinarios usan su tiempo sabiamente.
2. Los buenos líderes se enriquecen mutuamente con su amistad.
3. Oran unos por otros. Todos los líderes necesitan del apoyo de otros líderes.
4. Los buenos líderes conocen el poder de la alianza. Desarrollan estrategias, trabajan y alcanzan metas juntos.
Piénsalo:
¿Qué amistades o personas te enriquecen?
¿Con qué personas tienes metas en común?
¿Cuentas con personas a las que les pides oración y por las cuales tambien tú oras por ellos cuando lo necesitan?