En ese tiempo confiaste en el Señor

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EN ESE TIEMPO CONFIASTE EN EL SEÑOR

 ¿No recuerdas lo que les pasó a los etíopes y a los libios y a su enorme ejército, junto con todos sus carros de guerra y los conductores? En ese tiempo, confiaste en el SEÑOR, y él los entregó en tus manos. (2 Crónicas 16:8NTV) 

Dependiendo en quien confío, es como serán resueltos mis problemas.
En este pasaje, el ejército etíope puede representar las dificultades y los enemigos que enfrento en esta vida.
El Señor le está diciendo a su pueblo: “Mira, cuando confiaste en mí yo entregué a tus enemigos en tus manos”.

¿No recuerdas… En ese tiempo, confiaste en el SEÑOR, y él los entregó en tus manos.2 Crónicas 16:8

Esto me lleva a recordar algunos de los grandes proyectos que he tenido que hacer en la vida, en los cuales he visto que al confiar en Dios se han llevado a cabo.
Cuando he tratado de hacer las cosas en mis propias fuerzas ha sido mucho más difícil y a veces he fracasado; cuando he confiado en Dios he visto las victorias.
Debo recordar quién es la fuente de mi bendición.
Debo recordar las victorias que Dios me ha dado en el pasado.
Debo recordar en quién está mi confianza.

 ¿No recuerdas lo que les pasó a los etíopes y a los libios y a su enorme ejército, junto con todos sus carros de guerra y los conductores? En ese tiempo, confiaste en el SEÑOR, y él los entregó en tus manos. (2 Crónicas 16:8NTV) 

Piénsalo:
¿Estás haciendo lo que es agradable ante los ojos de Dios?
¿Te interesa más tener la aprobación de las personas o de Dios?
¿A qué está asociado tu nombre?