El bien y el mal son parte de la vida

EL BIEN Y EL MAL SON PARTE DE LA VIDA

SEÑOR, ¡oye mi oración!¡Escucha mi ruego! (Salmos 102:1NTV)

En este salmo, una vez más me doy cuenta de que es normal que los seres humanos ocasionalmente nos sintamos agobiados. Simplemente es parte de la vida.
Me anima ver que nos soy el único que a veces se siente así.

¿Qué hacemos cuando nos sentimos abrumados por los problemas?
Veo que aquí el salmista se desahogó con Dios. Los primeros once versículos son una oración de desahogo:

SEÑOR, ¡oye mi oración!
¡Escucha mi ruego!
No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia.
Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo. (Salmos 102:1-2NTV)

No es malo quejarnos cuando nos sentimos abrumados, lo malo sería quedarnos ahí.

Continuará…

Piénsalo:
¿Qué cosas te han hecho sentirte agobiado?
¿Qué haces cuando te sientes así?
¿Qué te ayuda a dejar de sentirte agobiado?