Alianzas Inútiles
“¡Ay de los hijos rebeldes, dice el Señor! Hacen planes, pero no de mí, y establecen alianzas que no son dirigidas por mi Espíritu, añadiendo así pecado sobre pecado.” Isaías 30:1 (RVR60)
Muchas veces, en nuestro afán por cumplir nuestros propios deseos y metas, hacemos planes y alianzas sin considerar si están dentro de la voluntad de Dios. El Señor nos advierte que confiar en nuestras propias fuerzas o en alianzas que no están dirigidas por Él solo nos lleva a cometer más errores. Dios quiere que confiemos en sus planes perfectos y en las personas que Él pone en nuestro camino para ayudarnos en su propósito.
- Planes fuera de la voluntad de Dios:
Cuando tomamos decisiones sin consultar a Dios, nos desviamos de su propósito. Él nos ha dado una guía clara a través de su Palabra y su Espíritu. Debemos buscar Su dirección antes de trazar cualquier plan, para asegurarnos de que estamos caminando conforme a Su voluntad. - Alianzas que no son dirigidas por Dios:
No todas las alianzas son beneficiosas para nuestra vida. Si establecemos relaciones o asociaciones que no están dirigidas por el Espíritu Santo, corremos el riesgo de alejarnos de Dios y aumentar nuestros problemas. Las alianzas correctas son aquellas que nos ayudan a cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas. - Confiar en la ayuda de Dios y no en la fuerza humana:
Al igual que el pueblo de Israel, a veces buscamos ayuda en lugares equivocados. Confiamos en nuestras propias capacidades o en la fuerza de otros, cuando en realidad, deberíamos buscar la ayuda de Dios. Él es quien tiene el poder para guiarnos y darnos la victoria. - Declarar relaciones alineadas con Dios:
Hoy es un buen día para declarar que nuestras relaciones y alianzas serán alineadas con el plan de Dios. Debemos rechazar cualquier conexión que nos aleje de Su voluntad y pedirle que nos rodee de personas que nos ayuden a avanzar en Su propósito para nuestras vidas.
Isaías 30:1 (RVR60)“¡Ay de los hijos rebeldes, dice el Señor! Hacen planes, pero no de mí, y establecen alianzas que no son dirigidas por mi Espíritu, añadiendo así pecado sobre pecado.”
Piénsalo:
- ¿Has hecho planes o alianzas sin consultar la voluntad de Dios?
- ¿Cómo puedes asegurarte de que tus relaciones están alineadas con los valores de Dios?
- ¿Qué pasos puedes tomar hoy para buscar la ayuda de Dios en lugar de depender solo de tus propias fuerzas?
